martes, 20 de septiembre de 2016

mi opinión

Cuando cogí Ciudades de Papel iba con una idea bastante clara: esto no es Bajo la Misma Estrella. He sabido que a mucha gente este libro le ha decepcionado porque se han creado unas ideas demasiado estereotipadas pero yo no he hecho eso porque, uno, Ciudades de Papel es muy anterior a Bajo la Misma Estrella y, dos, es imposible que haya una segunda versión de Bajo la Misma Estrella. Con eso en mente, empecé a leer Ciudades de Papel y he de decir que he disfrutado este libro. He conseguido saborear esos pequeños detalles que hacen de esta historia algo especial, diferente y única, esos toques personales que da el autor para mantenernos siempre dentro de las páginas, he disfrutado la lectura gracias a todos los aspectos que la caracterizan, me he reído, he compartido las ideas alocadas de nuestros personajes y, finalmente, se ha convertido en una historia que recordaré siempre. Como bien dice su portada, este libro es brillante.
Si que hay algo que, no es que me haya disgustado, sino que ha sido inverosímil. Margo desaparece repentinamente, ¿y nadie sale en su búsqueda? Esta bien, quizás están acostumbrados a que se vaya unos días a averigua tu donde y que vuelva enseguida a casa, pero al ver que han pasado muchos días, absolutamente nadie sale detrás de ella, apenas se preocupan, la vida sigue igual para casi todos y como si nunca hubiera existido. Pero sus padres más de lo mismo, sin intención de saber dónde se esconde, sin demostrar un ápice de preocupación después del principal sentimiento por el que pasan. Vamos, que hasta llaman a un detective y este pasa también con la excusa de que ya es mayor de edad y se las puede arreglar solita y no investiga si se trata de una huida consentida o forzada. Si no llega a ser porque Quentin si que se preocupa por su paradero, parece que Margo ha desaparecido también de sus recuerdo, aunque si John Green quería demostrar con ello lo que siente Margo constantemente viviendo allí, lo ha conseguido.

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